Quintessenza

No es fácil hablar sobre el encuentro con Elisabetta y Carlo, sobre todo sobre el impacto que tuvieron en el modo en que percibimos nuestro trabajo aquí en Arcolaio.

Elisabetta Bovina y Carlo Pastore son los diseñadores de Elica Studio, los artistas con quienes hemos colaborado para dar vida al proyecto Quitessenza.

Elisabetta Bovina y Carlo Pastore trabajan desde hace veinticinco años en el campo de las artes aplicadas y el diseño.

Su arte es una mezcla variada entre el arte y su propio estilo, un diálogo entre la cerámica y prácticas artísticas muy distintas de la cerámica misma.

Fue un honor para nosotras contraponer el tejido con su arte, pero sobre todo resultó en una experiencia de desarrollo personal y profesional que Elisabetta y Carlo nos hayan motivado a hacer esto en Arcolaio.

Fue un honor para nosotras contraponer el tejido con su arte, pero sobre todo resultó en una experiencia de desarrollo personal y profesional que Elisabetta y Carlo nos hayan motivado a hacer esto en Arcolaio.

Es gracias a ellos que nos hemos vuelto más conscientes sobre nuestras prácticas, que desde un inicio estaban fundamentadas en el instinto. Por ejemplo: por la pasión que muchas veces cuesta que se mantenga o por las creaciones manufactureras que por un lado son el fruto de un trabajo «de profundidad» y por el otro son una expresión social imprescindible de una tradición milenaria.

Es el paradigma de Richard Sennet, descubierto gracias a Elisabetta y Carlo. Ellos dicen que es el trabajo que resulta cuando le pones consciencia a tu arte.

Nuestro encuentro nos sirvió no solo para retomar nuestro trabajo diario con una nueva perspectiva, pero también para recuperar el entusiasmo, esa llama de la pasión, que en un mercado tan complejo y maduro como en el que operamos, muchas veces cuesta mantener encendida.

Con ellos logramos encender una llama que continuamos alimentando juntas cada vez que probamos nuevos terrenos, donde podemos jugar con nuevos puntos de vista, diseños y tejidos.

Para entender lo que nos pasó es necesario ver el trabajo de Quitessenza: tejidos icónicos que relatan la fusión de mundos lejanos que están ligados por una coherencia entre ser y hacer. Esta colección se ha convertido inevitablemente en un símbolo estilístico.

Es gracias a ellos que nos hemos vuelto más conscientes sobre nuestras prácticas, que desde un inicio estaban fundamentadas en el instinto. Por ejemplo: por la pasión que muchas veces cuesta que se mantenga o por las creaciones manufactureras que por un lado son el fruto de un trabajo «de profundidad» y por el otro son una expresión social imprescindible de una tradición milenaria.

Es el paradigma de Richard Sennet, descubierto gracias a Elisabetta y Carlo. Ellos dicen que es el trabajo que resulta cuando le pones consciencia a tu arte.

Nuestro encuentro nos sirvió no solo para retomar nuestro trabajo diario con una nueva perspectiva, pero también para recuperar el entusiasmo, esa llama de la pasión, que en un mercado tan complejo y maduro como en el que operamos, muchas veces cuesta mantener encendida.

Con ellos logramos encender una llama que continuamos alimentando juntas cada vez que probamos nuevos terrenos, donde podemos jugar con nuevos puntos de vista, diseños y tejidos.

Para entender lo que nos pasó es necesario ver el trabajo de Quitessenza: tejidos icónicos que relatan la fusión de mundos lejanos que están ligados por una coherencia entre ser y hacer. Esta colección se ha convertido inevitablemente en un símbolo estilístico.